Ante todo quiero aclarar que si usted no está en la lista Falciani es que usted es un mindundi, un pringao, un donnadie, una fruslería, una quisicosa. Yo aún tengo esperanzas de poder fardar pero no encuentro el momento.

Lo segundo, ¿por qué ahora? El amigo Falciani entregó la lista en 2010, ha pasado un lustro. Y así, Cristóbal Montoro, un anciano sin filtro, pudo afirmar lo siguiente: "Esto queda muy bien periodísticamente pero lo cierto es que ya llevamos trabajado con esta lista dos años".
Por eso presumen de ser menos corruptos que los hispanos… sólo que es falso

Sólo le faltó añadir: A ver si os enteráis, plumillas: que yo ya he cobrado de estos morosos a Hacienda.  Y al día siguiente, en el senado Montoro aseguraba que los abogados del Estado estudiaban una posible querella contra el HSBC. A ver si prospera, aunque me temo que el HSBC, el mayor banco del mundo, el mayor chorizo del mundo, es pieza clave del poder anglosajón y del Nuevo Orden Mundial (NOM): está bien protegido.

Volvamos a la reacción mediática. A ver, los escándalos se alimentan a sí mismos, especialmente en una sociedad desnortada. La lista Falciani ya estaba hecha cinco años atrás. Es más, la Hacienda española ya trabajaba con ella desde hace dos años. Entonces, ¿por qué hacerla pública ahora y gota a gota? ¿Qué se busca, justicia o venganza? Hombre, no está mal que a los poderosos les saquen los colores, y que el HSBC, recordemos, el banco más repugnante del planeta, no es suizo, sino británico. Más  llama la atención que el asunto adquiera entidad cuando se publica en prensa y no cuando se entrega a los damnificados, a las haciendas públicas. ¿No debería ser al revés? Dicho de otra manera, ¿estamos pensando, todos, en la justicia de otorgar a cada uno lo suyo o estamos pensando en la venganza de ver entrar en la cárcel al rico, al que siempre hemos odiado por pudiente?

Y si triunfas, es la prueba de tu bondad

Y luego está lo del HSBC, que no es un banco suizo sino anglosajón, como creo haber dicho antes. Es más, es el arquetipo de la banca anglosajona, dedicada a la especulación rampante. Un banco que había puesto en marcha un mecanismo para que los ricos pudieran estafar al Fisco, que es uno de los canales por los que el pudiente practica la solidaridad -bien forzada- con el impecune.

Resumiendo: la exclusiva lista Falciani no es tal exclusiva, sino algo que un grupo de periódicos está largando, ofreciendo datos gota agota, para mantener el morbo. Y el exclusivo HSBC no es un banco exclusivo: es una partida de sinvergüenzas que facilitaban a los listos cómo burlar la ley y eludir el pago de impuestos. O sea, un servicio al bien común, que le dicen. Es decir, el prototipo de la banca anglosajona y del imperante mundo anglosajón: un mundo calvinista donde impera un único mandamiento 'Todo vale con tal de triunfar'. Y si triunfas… ahí está la prueba de tu bondad.

A la postre, el HSBC no ha hecho otra cosa que aplicar el principio calvinista del 'todo vale'

El HSBC británico es la prueba más evidente de que los anglosajones son más corruptos que los hispanos. Lo que pasa es que ellos institucionalizan la corrupción. Esto es, convierten lo injusto en legal y lo inmoral en irreprochable. Por ejemplo, la especulación financiera y la elusión fiscal mediante zonas de sombra llamadas paraísos fiscales y secretos bancarios. Buena prueba de esta institucionalización de la corrupción en el mundo anglosajón es que el presidente de los golfos de HSBC se convierte en ministro de David Cameron.

Peor aún que los chorizos que han utilizado al HSBC para eludir al fisco es el propio HSBC dedicado a la elusión fiscal.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com