Cuánta razón tiene el Papa Francisco cuando pone el ejemplo de la mujer madre soltera a la que no se le debe denegar el bautizo a su hijo para no crear un octavo sacramento: la aduana pastoral. Muy cierto. La salvación de un niño inocente es lo primero.

Lo que no acabo de entender es que, sin solución de continuidad, la inmensa mayoría de las páginas web que glosan el comentario añadan otro, del propio Pontífice, sobre la necesidad de "santos sin velo y sin sotana". Con la hermenéutica franciscana es ciencia abstrusa, a lo mejor, es que los que lo de los santos sin sotana (¿curas sin sotana?) no tiene nada que ver, quién lo sabe, con los presbíteros y fue pronunciada por Francisco en referencia a la llamada a la santidad de todos los fieles. En cuyo caso me callo.

Les cuento un hecho real. En cierta ocasión vino a verme un compañero periodista. Tenía un problema: casado por la Iglesia en primeras nupcias, separación ulterior, posterior convivencia con una segunda mujer, católica, con quien tuvo hijos. La segunda mujer quería que anulara su primer matrimonio y, aún más, bautizar a sus hijos. Y en una parroquia les habían colocado "la aduana pastoral".

¿Qué hice? Pues enviarle a una iglesia regentada por los cavernícolas reaccionarios del Opus Dei, quien no pusieron pega alguna para bautizar al pequeño. Eso sí, advirtieron a sus padres que la gracia sacramental debería ir acompañada de una educación en la fe… a cargo de los padres.

No necesito recordarles que los curas de la Obra son de los pocos que ya visten talar. Es decir, cuando Francisco habla de aduana pastoral muchos habrán pensado en el reaccionario Opus. Pues ya ven ustedes, son los que no ponen impedimento a la gracia sacramental.

Una historia real en el Papado de la confusión
Por cierto, sí hay razones para ser, cuando menos prudentes, en la administración del bautismo a un niño hijo de padres en situación irregular. Porque claro, si a unos padres no les ha importado violentar la ley de Dios y las normas de la Iglesia en su convivencia marital, ¿por qué iba a confiar la iglesia en que cumplirán con la ley de Dios y con las normas de la Iglesia en lo que respecta a la educación cristiana de sus hijos? Otra cosa es que prive la misericordia de Dios.

En el entretanto, ya saben el cometido de un católico: "Rezad por el Papa, defended al Papa". Nada podrá apartarnos de esa tarea. por dura que resulte. Porque Francisco es un un Papa que dice cosas formidables. El problema es cómo las dice, porque este Papado adolece de una cierta confusión. La culpa, naturalmente, es del vocero Lombardi, que no contextualiza adecuadamente… como creo haber dicho en alguna ocasión.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com