- FITCH fulmina a la banca española bajo el argumento de que no tendrán protección del Estado.
- Es decir, que un banco es bueno si los políticos obligan a los contribuyentes a sanearlo.
Fitch, una de las tres brujas, perdón tres hermanas del riesgo financiero, es decir, las tres grandes agencias de riesgo
ha fulminado a la banca española, justo cuando está culminando un proceso de saneamiento que hemos apagado entre todos.
La banca española no está peor que la media europea: está mejor. Y como toda la banca mundial, está hecha unos zorros, porque la
especulación reina en el sector y porque la nueva crisis de los mercados financieros ya asoma por el horizonte. Casualmente, crisis de especulación.
Ahora bien, dicho esto, lo importante no es que la banca española haya sido castigada sino el porqué. El porqué es que
Fitch considera que el Estado español no acudiría en defensa de esos bancos en caso de crisis.
En primer lugar, es falso: acudiría Europa con dinero del contribuyente español, que eso es lo que ha hecho hasta aquí. Pero en segundo lugar, lo que nos está diciendo Fitch no es que el
Popular, o
Bankia, o
Liberman, o
BMN o
Cajamar, marchen bien o mal lo que está diciendo es que desconfían de que, si quiebran, venga el primo de Zumosol a salvarles.
Es decir, que la gestión importa un comino, el balance también: lo que importa es si eres un pésimo gestor de un país poderoso o un buen gestor de un país mediano. ¿Lo de las agencias qué es, un análisis de solvencia y rentabilidad o un pitorreo?
Y para pitorreo, la pregunta del millón: ¿para esto hay que pagarles a las tres brujas, perdón, las tres hermanas, Moody's, S&P y Fitch? ¿Para que te insulten y realicen análisis que podría realizar cualquier estudiante de primero de contabilidad y luego planear el rating legal por encima del 'rating' financiero o real? Mejor sería que toda la banca española se retirara de estas agencias. Eso que se ahorrarían.
Porque esa es otra: las tres grandes agencias de riesgo no hacen otra cosa que favorecer a los países anglosajones y a los bancos anglosajones.
Emilio Botín recibió a dos delegadas de Moody's con los pies encima de la mesa. Era una forma de hacerles saber que no aceptaba su chantaje. Eso sí, un chantaje muy legal.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com