• Esperanza Aguirre ha hecho lo que debía pero me temo que su dimisión no servirá para nada.
  • Si la corrupción es arma arrojadiza -lo es, en España- seguirá la corrupción.
  • No se puede actuar por temor al castigo ni hacer el bien en busca de la recompensa. Eso no funciona.
La cita es de Basilio de Cesarea, que no deja de ser un señor del siglo IV, pero desborda actualidad: "O nos apartamos del mal por temor al castigo y estamos en la disposición del esclavo, o buscamos el incentivo de la recompensa y nos parecemos a mercenarios, o finalmente obedecemos por el bien mismo del amor y entonces estamos en la disposición de hijos". Esperanza Aguirre ha dimitido como presidenta del PP madrileño. Considera que no supo controlar a sus subordinados presuntamente choricetes. Por tanto, es responsabilidad suya. Supongo que ha hecho bien y que incluso debería dimitir también como concejal del Ayuntamiento de Madrid, que es lo que exigen sus adversarios políticos. Y luego exigirán no se sabe qué, porque la sed de sangre no tiene límites. De paso, así le indica el mismo camino a Mariano Rajoy. ¿Por qué no nos corrompemos? Por temor a que nos pillen o porque es lo que hay que hacer, porque es el bien. Esa segunda actitud, la del hijo, e hijo libre, capaz de elegir entre el bien y el mal, porque sí, es la adecuada. De otra forma, ¿de qué nos quejamos de la corrupción si todos somos corruptos en mayor o menor media? Los políticos sí, pero también nosotros, el pueblo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com