Cameron habla del Reino Unido, país cristiano. ¿Se imaginan a Rajoy diciendo algo parecido?
Felicitábamos ayer domingo a Cameron (en la imagen). Como buen alumno de Eton no tiene claro en qué consiste el cristianismo pero sabe que Inglaterra no se entiende sin él, así que, al revés que los políticos españoles, no tiene ningún miedo a enorgullecerse de su propia esencia y sobre todo tiene redaños como para defender a los cristianos perseguidos. No como Rajoy.
Los fondos de inversión, enseña del capitalismo actual, es la negación de la propiedad privada, igualito que el comunismo
Al mismo tiempo, no nos engañemos. Cameron es todo un sicario del Nuevo Orden Mundial (NOM) y está a punto de legalizar la nueva esclavitud con la que las feministas quieren destrozar a la mujer: los vientres de alquiler.
También es Cameron un exquisito aristócrata británico, que tanto juego dieron a Wodehouse, criado entre algodones, es decir, como todo un malcriado, que pretende aparentar lo que no es. Por eso, se empeña en comerse un perrito caliente ante las cámaras y lo hace con cuchillo y tenedor y por eso se le duermen hasta los niños utilizados como argumento electoral.
Para entendernos, antes las elecciones británicas del próximo 7 de mayo cada cual se ha quitado su careta. Por eso, la banca en la sombra, es decir, los fondos, es decir, los especuladores financieros causantes de la crisis de 2007 que seguimos arrastrando, y que ahora apoyan a Cameron y los conservadores británicos porque ellos son los únicos que van a apoyar el chiringuito que tienen montado. Y entre esos fondos nada menos que uno de los más especulativos del mundo, más peligroso, como es el norteamericano Blackrock, quien se entromete en las elecciones inglesas asegurando que si ganan los laboristas acabarán como "la España antes de la crisis" (podían haber elegido otro ejemplo los nenes).
Lo hacen en presunta defensa de la propiedad privada. Oiga no, la propiedad financiera no es más que una propiedad fiduciaria. Es más, el fondo de inversión, enseña del capitalismo actual, es la negación de la propiedad privada. En este punto, es muy parecido al comunismo. En plata, los prepotentes directivos de Blackrock hace con los miles de millones de euros de sus millones de clientes lo que les viene en gana. Al final, si ganan con sus especulaciones bursátiles gana el cliente y si no, pues pierde. ¿Es eso propiedad privada? No, no lo es. (podque andos cioens Balckrocke van apoyar el g¡ciringuito que tienne montado.
7 que andos Y no sólo es eso. Los cantamañanas de Blackrock se permiten criticar a los laboristas y a los nacionalistas escoceses, metiendo miedo al electorado: si votáis a estos será vuestra ruina. La verdad es que no sería ni la necesaria y muy positiva ruina del propio Blackrock.
Pero Cameron está muy tranquilo con su apoyo. Ya sabemos a quién sirve.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com