• La constructora de Manuel Manrique (en la imagen) tiene un problema de deuda, pero es un éxito en ingeniería, como ha demostrado en Panamá.
  • Y también lo es en materia de potabilización de agua y desalinización.
  • Al final, del apalancamiento sólo se sale por fusión por jibarización. Ha optado por lo segundo y la clave será Sacyr Industrial.
  • Los alemanes defienden a sus compañías, los franceses a las suyas: los españoles nos dedicamos a tirar piedras sobre nuestro propio tejado.
Sacyr ha desmentido la información periodística que aseguraba que vendería un 2% de Repsol. Lógico, vender ahora la petrolera sería una ruina. El sentido común -como diría Mariano Rajoy- consiste en aguantar la participación en la petrolera hasta que remonte la cotización y, si se pudiera, hasta más allá de que venza el nuevo periodo de refinanciación (2018). Ahora bien, es cierto que como el resto de las constructoras españolas Sacyr está muy endeudada. Al final, el apalancamiento siempre acaba en fusión o en jibarización. La idea de Sacyr es seguir adelante en solitario, es decir, mantener la obra civil y, sobre todo, Sacyr Industrial y agua. Pocos saben que Sacyr es una potencia en potabilización de agua y plantas desalinizadoras. Incluso los israelíes les contratan. Aquí, y esto es lo importante, podríamos añadir el caso del Canal de Panamá. Sí, en efecto, la puja fue temeraria, como se ha demostrado y a Sacyr le puede salir cara la aventura, aunque irá a la segunda ampliación. Ahora bien, la obra de ampliación de canal ha resultado un éxito. Es decir, una demostración más de que la ingeniería española es capaz de cualquier obra en cualquier lugar del mundo. Lo que no puede ser es juzgar a una empresa por su capacidad financiera… y por nada más. Entre otras cosas porque, de otra forma, sí que estamos haciéndole el juego a las empresas foráneas que nos comen la merienda. Dicho de otra manera: los alemanes defienden a sus compañías, los franceses a las suyas: los españoles nos dedicamos a tirar piedras sobre nuestro propio tejado. Eulogio López eulogio@hispanidad.com