- Las economías emergentes echan el freno y el mundo entero volcará.
- La crisis que viene no es la de 2007. Es distinta, sólo que peor.
- Y el BIS lo certifica: los poderosos emergentes han echado el freno, incapaces de producir lo que consumen.
- Vuelve la venenosa paradoja: la economía nacional marcha bien, las economías particulares marchan mal.
Me encantan los eufemismos.
El País califica al Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS) como el "coordinador de bancos centrales". Hombre no está mal, pero para mí que se queda corto. El BIS no sólo es el banco central de los bancos centrales, sino el mayor desastre financiero de los tiempos modernos, algo así como la masonería financiera internacional, el delegado del Nuevo Orden Mundial (NOM), porque es quien marca el adoctrinamiento contable, uno de los peores y más sucios adoctrinamientos que existen para explotar a las masas.
Ahora bien, el BIS, que lidera el español
Jaime Caruana (bueno lo lidera Washington, el sólo es el primer ejecutivo) ha acertado al recordar que los llamados emergentes, modelo de la humanidad, oh sí, han echado el freno. Lo malo es que China, India (menos), Rusia o Brasil pueden hacer que descarrile la economía mundial en pleno.
Ahora bien, la crisis de 2007 fue de
especulación financiera occidental, la crisis que ahora asoma me temo que peor que la anterior es una crisis por explotación laboral de las masas en los países emergentes. Cuando produces lo que tus productores no pueden consumir tienes un problema: dependes demasiado de la exportación.
En cualquier caso, tanto la especulación financiera como la explotación laboral son dos caras de la misma moneda: el pez grande que se come al chico. Y, desde luego, poco tiene que ver con la doctrina social de la Iglesia.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com