Decíamos ayer que la ciencia y la medicina, o sea, los científicos y los médicos, han fracasado en su lucha contra el coronavirus. Pero otros países, al menos, lo han intentado. No sólo China, el inventor del virus, ni Estados Unidos, ni Rusia o el Reino Unido, sino Italia, por ejemplo.

Y hasta aquí hablamos de vacunas, pero tampoco destacamos en materia de tratamientos contra el coronavirus. Los españoles hemos huido del virus y con no muy buenos resultados pero no lo hemos combatido. Dentro del fracaso global de la ciencia, España destaca porque ni tan siquiera ha intentado buscar una solución y el Gobierno se ha dedicado a comprar -mal- el material sanitario producido por otros.