Ya he hablado en otras ocasiones de ese pequeño geniecillo que es Federico Sáenz de Santamaría, un tipo de que decidió no aprender economía financiera sino practicarla, lo que resulta mucho más pedagógico. No se pierdan su última carta.
¿Puede el euro convertirse en la moneda base del mundo petrolífero? No parece  

Además de agradecerle la coincidencia con Hispanidad -emitir más dinero no tiene por qué reactivar el crédito ni aumentar la inversión- y resulta tonto cobrar, en lugar de pagar, por emitir deuda, caso de Alemania.

La emisión de dinero y de deuda pública sin control, fomentado por los poderes públicos, nos lleva a un apocalipsis económico.

Pero ahora reparo en otra pregunta de Sáenz de Santamaría: "¿Como desdolarizar la economía mundial?" Estados Unidos no tiene sólo el mejor ejército del mundo sino la moneda más respetada del mundo, aunque su valor no se concilie ni con la economía americana ni con su balanza de pagos, que sería lo lógico. Sólo concilia con el poder de  los misiles norteamericanos y de la eficiencia calvinista norteamericana, que podríamos concretar en algo muy sencillo: cuando despiden a un estadounidense no le explican ni por qué le despiden, coge sus bártulos y se va. Lo cual no digo que sea bueno o malo: sólo relato lo que es. Ni más ni menos. 

Es verdad que para desdolarizar la economía mundial exigiría que el petróleo se comprara en otra divisa, por ejemplo el euro, en lugar de en dólares. Y que la vuelta a un patrón de referencia, que es lo lógico y lo justo, también serviría para meter en vereda a la moneda norteamericana. 

Pero lo que es más importante: la economía mundial no puede regirse por la emisión de moneda. Eso es como medir la producción de alimentos por el número de tractores fabricados. El dinero es un medio, no un fin y cuando la humanidad confunde los medios con los finales vienen los grandes desastres.

La economía mejorará cuando prime la propiedad privada sobre la pública, pues ésta última no es más que un robo que los poderosos ejercen sobre los impecunes.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com