• Cuidado con Europa. El modelo bancario que ha inventado Bruselas y Francfort nos lleva a la crisis bancaria permanente.
  • Y lo más importante: crisis pagada por todos, a escote.
  • De entrada, las cláusulas suelo son injustas.
  • Y no me gusta que Europa decida sobre todo lo que ocurre en España.
Hablemos de cláusulas suelo. De entrada, son una contradicción en origen. Si indicias -con perdón- la devolución de una hipoteca a cualquier tipo de interbancario, digamos un índice incontrolable, plural, por decirlo así, es trampa que tú mismo establezcas límites que modifiquen la norma… en tu favor, a la baja. Es como si un tipo fijo acabara por ser variable cuando beneficiara al prestamista y perjudicara al prestatario. Dicho esto, la Comisión Europea ha decidido enmendarle la plana a los tribunales europeos, en el sentido de que la banca española debe pagar todo lo injustamente percibido por razón de la cláusula suelo. Y no se considera el hecho de que los clientes aceptaran las condiciones que les fijaba el prestamista, y tampoco se conforma con lo dicho por los tribunales españoles: que paguen desde esta fecha. Pero no me gusta que Europa decida sobre todo lo que ocurra en España. No me gusta por cuanto Francfort y Bruselas han creado un modelo bancario en verdad estúpido. Por una parte, la solvencia de un banco se fía a su capital. Es decir, que un banco grande es mejor que un banco pequeño. Por la misma razón, podríamos decir que los hombres son mejores que las mujeres porque miden más de 1,80 mientras las mujeres se quedan en el 1,70. Y en segundo lugar, porque Occidente ha decidido que los bancos no pueden quebrar y que debemos salvarlos entre todos, a escote. Con los que han impuesto un modelo tan injusto prefieren no jugar ni al fútbol. Por otra parte, está muy bien esto de multar a los bancos. Y saben: en cuanto vea a un banquero apostrófele: si usted no sabe por qué, él sí lo sabe. Pero tengamos cuidado: precisamente por ese modelo, porque los bancos quebrados no pueden quebrar, resulta que si empujamos demasiado a la banca hacia el abismo, luego tendremos que salvarla entre todos, a escote. No es agradable. Eulogio López eulogio@hispanidad.com