• Artur Más lo ha conseguido: ha cabreado a la mitad de Cataluña y a la mitad de España.
El público de Oviedo pitó al barcelonista Piqué durante el partido frente a Eslovaquia. No a ningún otro, sólo a Piqué. No a ningún barcelonista, sólo a Piqué. Y no, la ficción asturiana no es de extrema derecha; al contrario, Asturias sigue teniendo algo de borracha y dinamitera. Asturias siempre ha estado enredada en la cuestión social y ni en el nacionalismo ni el foralismo. El asturiano, en resumen, sigue diciendo aquello de que "Asturias es España y lo demás tierra conquistada al moro". Ahora bien a mis paisanos jamás les ha preocupado el tema catalán. Sin embargo, han empezado a silbar al barcelonista que se ha mostrado más secesionista y más obsesionado contra Madrid, no sólo contra el Real Madrid. Es decir, Artur Mas ha hecho realidad la catalanofobia, el fanatismo que antes criticaba aunque no era realidad. La gente, hasta en Asturias, está hasta el gorro de un nacionalista cuya actitud podría resumirse así: "usted, españolito, huele mal, le quiero lejos de mí". Artur Mas debería pensar en ello. Piqué, también. Eulogio López eulogio@hispanidad.com