Iberdrola aumenta aún más su elevada deuda, a costa de las grandes inversiones, pero en un momento delicado por la pandemia
En lo que respecta al ‘caso Villarejo’ y sus muchas piezas separadas (ya van 25 pero la lista no está cerrada), parece que no han acabado las sorpresas: las últimas llegan en la protagonizada por Iberdrola -la número 17-. Antonio Asenjo ha querido emular a Groucho Marx y una de sus míticas frases, tras hacer sus declaraciones juradas, pero si no le gustan tiene otras.
El ex jefe de Seguridad de la eléctrica, imputado por cohecho y revelación de secretos, ha roto su negociación con la Fiscalía Anticorrupción al sentirse engañado y pide que se anulen las declaraciones que hizo ante el juez a principios de mes. Además, acusa al Ministerio Público de hacerle “la trece catorce” e “intentar jugar con dos barajas”, tras dar validez al testimonio del exdirectivo José Antonio del Olmo.
Y pese a esta última información que publica El Mundo y firma el periodista de gran rigor Esteban Urreiztieta, conviene señalar que el ‘caso Villarejo’ va pareciendo cada vez más un auténtico pitorreo… y podría acabar en nada. De hecho, en la pieza del BBVA, a pesar del levantamiento del sumario, la burbuja se va desinflando… y la de Iberdrola no ha afectado a la reputación corporativa ni ha impedido que se convirtiera en la segunda capitalizada del Ibex.
O mucho cambian las cosas, y acaba el pitorreo, o parece que el ‘caso Villarejo’ podría quedarse en agua de borrajas.