- El autobús, detenido por la fuerza, sólo decía que "los niños tienen pene y las niñas vulva". Esto tiene que ser muy grave.
- Con decirles que corrige a doña Cristina Cifuentes.
- La cobardía corre a cargo de Mariano Rajoy, la mala leche es de doña Cristina y de doña Manuela.
- Ya saben que los católicos somos ahora 'ultracatólicos'. Es decir, ultras.
- Que Antena 3, donde manda el grupo Planeta, se lance a la yugular del débil, resulta preocupante.
- ¿Grupo ultracatólico? Es decir, un católico coherente insultado por un cristófobo.
- Llegará un momento en que tendremos que demostrar que la hierba es verde.
Por orden: la presidenta de la Comunidad de Madrid y estrella emergente del PP de Mariano Rajoy, doña
Cristina Cifuentes, puso en marcha una ligeramente repugnante asignatura,
que pretende que sea obligatoria, para impartir en los colegios, privados y publicos, desde los cuatro años de edad (sí, han leído bien). Objetivo:
lavarles el cerebro a los chavales en pro del
homosexualismo y de la
ideología de género. Ya saben.
Entre las perlas: eso de que los
niños tienen pene o vulva y que las niñas, lo mismo: pueden tener pene o vulva. ¿Qué niños habrá visto la señora Cifuentes en su vida? ¡Deben ser muy raros! Todo esto recuerda lo de la no muy edificante, pero si clarificadora, canción de un grupo gamberro bajo el título "
Las niñas no tienen pilila".
Recuerden la que le ha montado al colegio Juan Pablo II
por negarse a impartir tan científica disciplina. Incluso remitió al director a la
Fiscalía, lo mismo que ahora ha hecho con la
asociación Hazte Oír, quien ha fletado un
autobús (
ver imagen) y valientemente
le ha recordado a Cifuentes la evidencia (malos tiempos cuando se nos obliga a demostrar la evidencia) con un mensaje muy simple: "Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva". Vamos, una manera de recordarle que no se nos pide permiso para nacer, tampoco para decidir nuestro sexo,
ni siquiera a la mismísima Cristina Cifuentes.
Pues bien, sobre los valientes de Hazte Oír (ya saben que no me caen muy simpáticos, pero ahora sólo se les puede apoyar) han caído las siguientes tormentas. De entrada, se les ha calificado como
grupo ultracatólico. Ya saben que un ultracatólico no es más que un católico normal y corriente visto por un progre con intención de denigrarle. De esta manera, como son ultras, se les puede paralizar, por el artículo 33, como en una tiranía cualquiera, un autobús por ellos alquilado. Retenido en Madrid y con
amenazas de multa si se atreve a circular por Valencia, Barcelona, etc. ¿Razón? Siembran odio. Cristinita, campeona: ¿Decir que los niños tienen pene siembra odio? Yo más bien diría que son tus 'apuntes' de ideología de género los que provocan, en las almas y los cerebros infantiles, intoxicaciones peligrosas y, si no odios, sí mucha
confusión.
La mejor amiga de la popular Cifuentes, la podemita
Manuela Carmena, ha paralizado el bus de Hazte Oír en Madrid porque incita al odio. ¡Toma ya!
Sin embargo, lo peor ha sido la reacción de los
medios de comunicación, que se supone representan el sentir y el opinar generales.
Miren ustedes: mi profesión empieza a darme un poquito de repugnancia.
Fijémonos por ejemplo, en como ha tratado el asunto
Antena 3 TV, que se supone es el canal 'conservador' de Atresmedia, cuyo primer accionista es
Planeta, grupo presidido por José Creuheras. Además de calificar a Hazte Oír como grupo ultra-católico, la reportera de Vicente Vallés soltó lindezas tales como que los mensajes del bus insultaban a los niños transexuales.
De entrada otra mentira: ¿dónde están los niños transexuales? Segundo: ¿en qué se les insulta por asegurar que los niños nacen con pene y las niñas con vulva? Señor Creuheras, ¿de verdad cree usted que eso es un insulto? ¿o es que no ve sus telediarios?
Añadan a la cobardía de los medios la
cobardía de Mariano Rajoy, que se confesaba católico, a preguntas de Hispanidad, pero que no levanta la voz para recordarle a su queridísima Cifuentes que aquí, o nos hemos vuelto todos idiotas o sufrimos de enajenación pasajera. O ni lo uno ni lo otro: a lo mejor es que somos unos canallas.
Y, por supuesto, Cifuentes ha remitido a la Fiscalía el bus que se atreve a ponerse en su contra. Ya saben, por si fuera constitutivo de delito.
Y todavía hay algún católico, o sencillamente gente de bien, que considera que el
PP es el partido menos malo y que hay que votarle porque "los otros son peores" o porque podrían llegar los de Podemos".
Y ojo, porque aquí no sólo están en juego nuestros hijos, a los que doña Cristina pretende adoctrinar y manipular.
También está en juego la libertad de expresión y el sentido común. Esto último, por aquello que decía
Chesterton: llegará un momento en que nos veamos obligados a demostrar que la hierba es verde. Pues bien, ese momento ha llegado. Si no entienden que los hombres nacen hombres y las mujeres, mujeres sin que nadie les haya pedido permiso, ni tan siquiera para nacer, entonces es que algo muy grave está ocurriendo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com