- 49Con el aznarismo entraron en España la píldora abortiva y la letal PDD.
- Y comenzó la matanza de embriones sobrantes de la FIV.
- El diagnóstico de Aznar sobre Rajoy es perfecto, falla un poco la terapia.
- La técnica Rajoy-Soraya: seducir al progre porque el otro sólo puede votarme a mí.
José María Aznar (
en la imagen)
puede ser insoportable. De hecho diría que lo es. Su obsesivo empeño en llevarse siempre el premio limón empieza a resultar excesivo.
En cualquier caso, tiene mucho más cuajo que Mariano Rajoy, del que sigo sin saber cuáles son sus convicciones. Aznar,
en entrevista con el diario ABC, comienza explicándonos que no existe el voto cautivo, "
ni tan siquiera el mío". Se refiere a la pésima costumbre del
dúo Rajoy-Soraya, habituales de la siguiente leyenda: voy a seducir al progre porque el otro sólo puede votarme a mi. Por ejemplo: la técnica de Arriola, ahora despedido pero que durante cuatro años le ha chivado a Aznar eso de que el voto católico no existe y que, si existe, sólo puede votar al PP así que merece la pena "
sacarles los ojos y orinarse en sus cuencas", que es un dicho muy bruto al que éramos aficionados los criados en los barrios bajos de la ciudad de Oviedo.
Cita varios ejemplos don José María, aunque no éste -a lo mejor le da vergüenza- pero hay que reconocer que el diagnóstico del ex jefe sobre el marianismo y el PP actual no puede ser más riguroso. Para Aznar, es impresentable la técnica de Rajoy: "
nos tenéis que votar a nosotros porque no tenéis más remedio".
Ahora bien, donde me planto es cuando Aznar asegura que con Rajoy la gente no sabe "
si el PP defiende la vida o el aborto". Hombre no, campeón, por ahí no paso. Verás, en ocho años, Josemaría, no moviste un dedo por la vida. Es más, siendo tú presidente del Gobierno se introdujo la píldora abortiva y, sobre todo, la abortiva píldora postcoital (PDD).
Y con Aznar -25 de julio de 2003, ministra de Sanidad, Ana Pastor- comenzó en España la matanza de embriones humanos, de los embriones 'sobrantes' de la FIV.
Naturalmente, ni un adarme de marcha atrás en la ley de aborto de 1985. Es más, cuando sus colaboradores lograban introducir la palabra aborto en sus discursos él lo tachaba de inmediato. ¡Lagarto, lagarto!
O sea José Mari, que la terapia no parece que funcione pero tu diagnóstico es único. Y tu caradura también.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com