- Y Alierta, el tamaño de las subvenciones europeas.
- Merkel, naturalmente, no respondió a ninguno de los dos.
Fue hace siete días, la famosa reunión de
Angela Merkel (
en la imagen junto a Ana Botín) con grandes empresarios europeos. Todos tratan a la teutona como lo que no es pero sí ejerce: el primer ministro del conjunto de Europa representativo de España estaba allí: el de
Telefónica, César Alierta, y la del Santander, Ana Botín.
Alierta preguntó en un foro más restringido porque las telecos europeas invierten miles de millones y crean decenas de miles puestos de trabajo para que de sus líneas se aprovechen multinacionales americanas (Facebook cuenta en España con 20 trabajadores) que no invierten pero sí ganan beneficios. Tiene toda la razón.
Por su parte,
Ana Botín se preguntó cómo iba a crecer Europa cuando, de las 50 mayores empresas del mundo, 35 eran norteamericanas y el resto se las lleva China y Asia en general.
Tiene razón si las relaciones económicas siguen siendo las que son, donde prima lo monstruoso. No tendría por qué ser así, pero mientras las reglas de juego y del
libre comercio sean las que son, lo cierto es que se precisan campeones nacionales (léase, europeos). Si no, te destrozan.
Merkel no respondió porque a los alemanes les encantan sus campeones nacionales. Lo del resto de Europa les importa poco.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com