El dictador nicaragüense Daniel Ortega, además, de ser un tirano que tiene empobrecido y esclavizado a su pueblo, ha demostrado dotes para ser participante en los monólogos del Club de la Comedia.

Porque a los nicaragüenses opositores a los que retiró la nacionalidad y que ahora tienen la española, tras ser acogidos en España, les espetó: "Otros están en España, se sienten españoles, muy contentos de ser españoles, ya deben de hablar hasta como españoles".

Y lo dijo, para más rechufla, imitando el acento español.

Las risas se oían en Sebastopol. Pero qué gracioso, además de sátrapa, es el sandinista...