Sr. Director: La publicación por Francisco Rivera de una foto donde aparecía con su hija de pocos meses al brazo y toreando una vaquilla, constituyó un escandalito que hizo intervenir hasta al Fiscal de Menores. Ante éste, Rivera muy ofendido declararía que su hija nunca había corrido peligro y que su criticada acción formaba parte de una tradición familiar. Unas declaraciones muy toreras. Justo en la misma fecha, un tipo que convivía con una joven madre de 18 años y la bebé de ésta, tras un violento forcejeo con la mujer, arrojó por la ventana a la pequeña, que moriría por el brutal impacto unas horas después. Hace unos días, el mar se adentró en la tierra en una playa asturiana y mediante unas violentas olas arrebató a un niño de veinte meses de los brazos de su abuelo y de su padre, cuando paseaba junto a ellos. Una cadena incesante de variados episodios y sucesos nos alertan de lo vulnerable que resulta la vida de los niños y cómo los padres, y a su pesar, pueden inconscientemente llegar a ponerlos en graves situaciones de riesgo. Y eso sin contar los casos  que se multiplican donde son los propios padres quienes acaban directamente con sus hijos de las maneras más tremendas, o en la secreta intimidad, impidiéndoles ver la luz ante la primera molestia que les causa el anuncio de su llegada. Sin embargo, hay cosas que escandalizan muchísimo, mientras que otras apenas suscitan interés. Miguel Ángel Loma Pérez