Sr. Director:
De los 7 nuevos santos de la Iglesia Católica que canonizó el Papa el pasado día 16, sin duda el que ha causado más asombro por su valentía y determinación es el joven cristero José Luis Sánchez del Río, "Joselito" que antes de cumplir los 15 años, murió mártir por defender su fe, después de ser torturado durante la persecución religiosa en México de principios del siglo XX.
El misionero Fidel González consultor del vaticano para las Causas de los Santos, único postulador de la causa de este niño, declaraba que "Joselito luchó por el derecho fundamental de la libertad religiosa, prohibida por la Constitución mexicana de 1917 y aprobada por un estado declaradamente masónico. Este chico ofreció su vida por defender la fe y su derecho a la libertad religiosa, gritando ¡Viva Cristo Rey!, aun cuando le habían roto la boca con la culata de los fusiles".
Es un caso que ha conmovido a medio mundo, tanto que en México se ha censurado durante mucho tiempo el suceso.
Yo me pregunto por quién da la vida los adolescentes del siglo XXI, y cuántos jóvenes católicos serían capaces hoy de morir antes que renegar de su fe. Los jóvenes y no tan jóvenes. Realmente, la Iglesia defiende que es una gracia que concede Dios, pero Joselito es un ejemplo de ello y su canonización nos recuerda lo que de verdad importa.
Enric Barrull
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14/12/24 15:00