Sr. Director:
Resulta difícil de explicar la decisión del gobierno de presentar nada menos que una reforma educativa después de haber anunciado el presidente la convocatoria de elecciones. La comunidad educativa resta valor a un texto que será difícil que llegue a ver la luz o, en su caso, pueda finalmente aplicarse. Esto afecta a las medidas que restan valor a la asignatura de religión y a las que pretenden restringir los conciertos educativos. La escuela católica las ha recibido con preocupación, pero con el consuelo de saber que se trata de un brindis al sol. Este modo de actuar, sin embargo, muestra a las claras qué idea tienen los gobernantes socialistas de la educación.
Tras dinamitar el pacto educativo que venía fraguándose pocos meses antes de la moción de censura contra Mariano Rajoy, el gobierno no ha buscado más diálogo que con los nacionalistas y sus aliados de Podemos, renunciando a un gran acuerdo que de una vez por todas sirviera para despolitizar el debate educativo en España.