Sr. Director:

La busqueda del bien común como pilar del buen gobierno debería imponerse a los prejuicios sectarios que habitualmente dominan el discurso del Ejecutivo de Sánchez, que se mueve con la premisa de rechazar todo lo que procede del centro-derecha. Por eso anunció a bombo y platillo la intención de derogar la reforma laboral aprobada por el Gobierno del Partido Popular en la anterior legislatura, a pesar de que ha favorecido la creación de más de tres millones de empleos. Durante más de un año, mientras aquella reforma seguía generando empleo, el sector populista del Gobierno se empeñó en dicha derogación, hasta que la realidad se ha impuesto al sectarismo. El acuerdo, alcanzado con los agentes sociales y sancionado por Bruselas, que finalmente se impondrá, en el fondo viene a matizar algunos aspectos de la reforma de Mariano Rajoy.