Sr. Director:

Nuestro presidente del gobierno, Pedro el Breve, encumbrado por arte y magia de sus favorecidos, cada día vuela menos alto, tras los muchos errores y manías que se aprecian en toda su gestión. Pero eso es algo que ya detectábamos cuando, después de ser expulsado de su cargo de Secretario General por su propio partido, puso en marcha una serie de artilugios con el fin de vengarse de los que le echaron y volver a ese cargo. Dos veces fracasó en las elecciones generales, pero él sigue… Utilizó la forma más ruin posible en un dirigente político, aunque sea legal, para vengarse de Rajoy, okupar La Moncloa, asegurarse una pensión vitalicia y colocar a sus amigos y allegados: al no tener capacidad parlamentaria suficiente, pactó con lo peor de la clase política y le ofreció a cambio el oro y el moro. Imagínense pactar para el gobierno de España con los que quieren destruirla: Podemos, independentistas y padrinos de terroristas.

Recordemos una frase de la carta de un socialista sensato, cuyo nombre no menciono para evitar perjudicarle, “es un tipo muy peligroso, corto de luces intelectuales, pero lleno de odio hasta las orejas”. Describe con gran acierto a Pedro el Breve y yo, particularmente, ya le tengo miedo. Veamos algunos ejemplos de su gestión como presidente: Acogió con trompetas y tambores a 600 inmigrantes en el Acuarius, promocionándose en todo el planeta, y luego que el efecto llamada se consumó, rechazó a todos los demás que vinieron después. Da rienda suelta al odio que le ciega, creyéndose vencer a Franco, cuando lleva 43 años muerto y ya nadie se acuerda de él; igualmente, como tiene fijación contra le Iglesia católica, ataca a los católicos pretendiendo quitarle sus propiedades, evitando la enseñanza concertada, destruyendo las cruces que son símbolos de toda la vida, promoviendo la irracional ideología de género, etc. Tiene que rectificar y dar marcha atrás en la mayoría de decisiones. Ha tenido que despedir a dos ministros. En fin, un caos de gobierno.

Y ahora a nuestro presidente Pedro el Breve, le han pillado copiando y mintiendo; pobre hombre. Él no se marchará, pues es tal su obsesión por el poder que “arañará” donde pueda para seguir erre que erre. No le votaremos los ciudadanos, como no lo hemos hecho hasta ahora, pero él pactará, si es preciso hasta con el diablo, para seguir dando salida a ese odio que le corroe.