Sr. Director:
En la clausura en Marsella de la III edición de los Encuentros del Mediterráneo, el Papa abogaba, en primer lugar, por la desaparición de las causas que obligan a emigrar, incluidos el “colonialismo económico”, con su correlato de estilos de consumo insostenibles en los países más ricos. La decisión de emigrar debería ser libre e informada, sin falsas expectativas que no se van a poder satisfacer, a la vez que no hay excusas para la vulneración de derechos fundamentales. A partir de estas premisas, la Iglesia ofrece un acompañamiento integral a la persona que trasciende fronteras. Este es el espíritu de la guía de hospitalidad internacional en la que trabaja la Conferencia Episcopal Española en colaboración con otros episcopados de Europa y África, concernidos de un modo u otro por la ruta atlántica de migraciones. Se fortalece el trabajo en red entre las distintas Cáritas, congregaciones religiosas y realidades eclesiales a lo largo de la ruta migratoria, lo que va a permitir una respuesta más coherente y evangélica a los retos que plantea el fenómeno migratorio.