Sr. Director:
Si tu eres ministro de ciencia, universidades e innovación o ministra de asuntos exteriores, unión europea y cooperación en este país no es nada raro que te quieras quitar de en medio para no seguir haciendo el ridículo en un gobierno en el que no tienes nada que hacer, ni ningún futuro relevante, como se ha visto en estos últimos meses. Y más con la que está cayendo y con la que va a caer.
O sea que si te ofrecen la posibilidad de dirigir la agencia espacial europea o la organización mundial de comercio, te puede apetecer aspirar a esos cargos internacionales, que tienen mucho más relumbre y menos responsabilidad, porque se trata de decir a los demás lo que deben hacer, en vez de ser los responsables de que se haga.
Algo así le pasó a José Borrell con la propuesta de la Comunidad Europea, que le ahorró el mantra de seguir atornillado a un gobierno en el que caminaba a no pintar nada que no fuera lo que le dijera su señorito o el otro.
Salir del cerco de este gobierno puede ser un alivio, a la vista del papelón que estaban haciendo los dos en medio de trifulcas, dimes y diretes, para ver quién es el más guapo o el que manda más. Y a la vista de lo que queda por caer.