Sr. Director:

Con el lema “Levántate y sé testigo”, que fue el que se llevó en la peregrinación de jóvenes a Santiago, se subraya la necesidad de salir de uno mismo, de saber a dónde se va y el porqué, y de adquirir un compromiso firme de vida.

Esta Peregrinación, en un momento en el que la Iglesia vive también su particular camino sinodal, es ya en sí misma un signo de esperanza, en medio de una humanidad herida por la pandemia y por la guerra, y que necesita, en muchas ocasiones sin saberlo ni reconocerlo, la alegría de un Evangelio que se propone a todos sin distinción.