Sr. Director:

Desde Buenos Aires observo con asombro que entre las "cartas al director" casi todos los escritores critican "el aborto voluntario" por cuestiones de credo y fe cristiana. La realidad es mas patética, desde que justificar la legítima descendencia no requiere de cuestiones de "derechos humanos" ni de voluntad divina solamente. España necesita descendientes y herederos de valía, si es voluntad de dirigentes y políticos que la cultura y el genio hispano perviva en el mundo futuro. Mundo que, por cierto, está colapsado por ideologías y creencias ajenas a la gloria de aquel hispano imperio de los Reyes católicos Fernando e Isabel. Su fe, genios y esfuerzos todavía no pueden haberse extinguido, a pesar de las perversas intenciones de "la sinarquía de nuestro tiempo" que suele identificarse como Nuevo Orden Mundial: "progresismo", "eurocomunismo" y los "Foros" y "Grupos" internacionales consecuentes.