Sr. Director: México es, después de Venezuela, el mayor productor de crudo de Hispanoamérica. El problema es que lejos de invertir en industria refinera, México depende del crudo que importa. Con estos datos, la reforma energética, después de 80 años de monopolio estatal, no parece augurar nada bueno. El aumento del coste de la vida y la disminución del bienestar amenazan seriamente a México. Trump hará de las suyas, pero la política interna está en manos de unas élites resueltas a postergar "sine die" la reforma política, fiscal y social que México requiere. La culpa no será de los de fuera. Suso D.