Con 85 años de edad, si Dios quiere mantenerme con vida, la cosa está bien clara, para amarle y servirle a Él y verle y servirle en el prójimo
Sr. Director:
Con ese escrito y después de estar hospitalizado 43 días y que a mis hijos les decían que fallecería y respetando la libertad de las personas, porque la VERDAD se expone no se impone; tengo que dar testimonio de mi fe inquebrantable en la Divinidad de Cristo Jesús, Dios y hombre Verdadero, y el Único Salvador del hombre. Es esta sociedad hay mucha incertidumbre, mucho temor, mucha inseguridad y la causa principal, sin duda alguna al menos para mí, es que hemos perdido esa fe que alentaba nuestras vidas, todo se quiere cambiar, actualizar, hacerlo nuevo eso es una artimaña diabólica, Dios es inmutable y lo que tenemos que hacer es seguir el ejemplo que nos dieron nuestros mayores, aquellos sí que nos confirmaban en la fe, sin la cual carecemos de todo, no somos nada pero si unimos nuestra nada a Cristo que es el TODO, ya empezamos a participar de esa totalidad, es decir, de la Vida Divina.
Con 85 años de edad, si Dios quiere mantenerme con vida, la cosa está bien clara, para amarle y servirle a Él y verle y servirle en el prójimo. Y mi deseo sería que aunque no fuese nada más que una persona, si ya no lo hace, amara y adorara Cristo Jesús, sin El, no hay solución para los problemas humanos ni para nuestra salvación eterna. Como final de este escrito quiero manifestar que durante mi estancia hospitalaria nunca sentí pánico, ni angustia, pensaba que si estaba allí era porque Dios allí me había puesto y como yo no se nada de nada y como Dios lo sabe Todo y es el Todo, en EL confiaba. Como se puede apreciar o eso al menos pretendo transmitir en este escrito, quiero dar testimonio de mi fe como católico, que estamos metidos en una confusión muy generalizada porque La Iglesia es a Iglesia y el mundo es el mundo. Tenemos que volver al principio que parece que se ha olvidado en muchos lugares: CRISTO ES EL TODO Y NO HAY MAS DIOS QUE EL No se el tiempo que Dios me quiera tener con vida, pero le pido que no pierda nunca mi fe en El.