Sr. Director:

Las víctimas de abusos sexuales necesitan que se las escuche y que se las crea. La denuncia de lo que han sufrido no debe ser un nuevo motivo de sufrimiento. En muchos casos han visto cómo una relación que era de confianza se ha convertido en un infierno. Si lo desean, es imprescindible una ayuda y un acompañamiento que les haga ser conscientes de que conservan intacta su inocencia, su capacidad de amar. El proceso puede ser muy largo. Muchas, durante mucho tiempo, se han sentido silenciadas.

En la Iglesia, algunos de cuyos miembros han cometido abominables delitos, se ha comenzado desde hace años un ejercicio de transparencia, acompañamiento y prevención, en el que se sigue profundizando. Pero no se puede ocultar que los abusos son una enorme lacra social que se produce en los más diversos ámbitos, especialmente en el familiar. En España, según diversos estudios, los abusos en el ámbito eclesial suponen el 0,2% del total. Hace unos días, el Congreso ha rechazado la comisión sobre abusos en la Iglesia propuesta por Podemos.