Sr. Director:
Actualmente, seguro que muchos de los lectores coinciden conmigo, los grandes valores humanos y cristianos están casi ausentes en la sociedad occidental. Por eso viene bien la pregunta: ¿estamos preparados para la época que nos ha tocado vivir? Nuestros contemporáneos y conciudadanos necesitan unos valores y unas referencias morales que nosotros, los católicos, podemos ofrecer. ¿Estamos a la altura de las circunstancias? ¿Cómo podemos, cada uno de nosotros, ayudar a los demás a recuperar el sentido de su vida? Seguro que este es el mayor servicio que podemos ofrecer a los demás.
San Josemaría Escrivá decía: “estas crisis mundiales son crisis de santos” (Camino, n. 301). Cuando publicó estas palabras acababa de vivir la guerra civil española y estaba a punto de estallar la guerra mundial. Pero pienso que trascienden las circunstancias de su época histórica.
Pidamos a Nuestra Señora de la Paz, unidos a la Consagración hecha ayer por el Papa, que se acaben las guerras en el mundo y que demos el testimonio de santidad que siempre necesitará el mundo.