Sr. Director: Las elecciones generales en Cataluña han dejado un resultado que puede calificarse de pésimo para Convergencia: ha perdido la mitad de sus diputados y ha obtenido el menor porcentaje de votos de toda su historia desde 1979. Es llamativo cómo el partido de Artur Mas se está dejando votos elección tras elección, ya sean municipales, autonómicas o bien generales. Disfrazarse bajo otras siglas no parece funcionar ni ocultar las sospechas sobre los Pujol, la corrupción y el 3%. Mas debería escuchar el claro mensaje de los electores catalanes que se repite en cada cita con las urnas y que cuestiona a su partido y a él mismo. No parece coherente hacer grandes discursos sobre la "democracia del pueblo" para después desoír los batacazos en las urnas y aferrarse a la poltrona. María Raga