Sr. Director:
El amor conyugal se mide por la capacidad de entrega, no por la facilidad para emocionarse.
Lewis afirma que el otoño de la vida matrimonial es la etapa del "amor tranquilo", que debe verse no como un retroceso, sino como la madurez del amor:
"Estar enamorado es bueno, pero no es lo mejor. No se puede convertir en la base de toda una vida. Es un sentimiento noble, pero no deja de ser un sentimiento. No se puede depender de que ningún sentimiento perdure en toda su intensidad, ni siquiera de que perdure.
De hecho, digan lo que digan, el sentimiento de estar enamorado no suele durar. ¿Quién podría soportar vivir siempre en tal estado de excitación? ¿Qué sería de nuestro trabajo, nuestro apetito, nuestro sueño, nuestras amistades? Pero, naturalmente, dejar de estar enamorados no implica dejar de amar".
Valentín Abelenda Carrillo
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14/12/24 07:00