Sr. Director:
El ofrecimiento de los 32 escaños que le hace Albert Rivera a Mariano Rajoy -en abstención- para su investidura como Presidente se asemeja a esas súper ofertas que tanto se ven en tiendas por internet y que llevan el sello de "producto agotado".
Un puro engaño publicitario que solo sirve para quedar bien. Repite el señor Rivera "ad nauseam" que el gesto de la abstención lo hace "por responsabilidad con España". Para evitar unas terceras elecciones. Y quién soy yo para no creérmelo.
Pero sucede que, al mismo tiempo que Rivera hace propaganda de su patriotismo, intenta también cobrarle a Rajoy los escaños que no le quiere vender. El ultimátum que acaba de lanzar sobre que retirará la abstención al PP si pacta con grupos independentistas es un chantaje que no tiene razón de ser. Pues, con su posturéo ambiguo, Rivera le está obligando a Rajoy a pescar votos en caladeros a los que seguramente no desea ir.
El líder de Ciudadanos debe clarificar su postura. Decirle a Rajoy sí o no. Comprometerse solamente un poco en un proyecto político de Gobierno es tan imposible como estar sólo un poco embarazada o un poco reunido. O lo estás o no.
Jon García
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13/12/24 16:58