Muy Señora mía: Le escribo esta carta como padre de familia numerosa para expresar mi preocupación y rechazo por las noticias aparecidas en prensa sobre la desaparición de la bonificación para determinadas familias numerosas en el Impuesto de Bienes Inmuebles del Municipio de Madrid. Con el sentido de justicia que usted, como profesional de este ámbito, tiene, no se le escapará que esta es una medida claramente injusta y, desde luego, muy poco social. Está visto que en esta España actual, tener hijos es un problema de las familias, y las autoridades públicas se desentienden de ello. A mí, señora Carmena, me ha costado mucho trabajo poder comprar mi casa, para que quepan en ella las 7 personas que tengo a mi cargo. De hecho, me quedan aún 20 años de una hipoteca muy alta para poder terminar de pagar mi casa. Es una casa grande, sí, pero supera por poco el límite arbitrario de los 204.000 euros de valor catastral, y claro, necesito una casa grande para que vivamos todos bien (por supuesto, siempre puedo irme a una casa más pequeña y meter a mis hijos en literas, pero permítame que con lo que trabajo pueda querer algo mejor para mis hijos). Tengo la suerte de que mis padres me dieron una educación muy buena y se sacrificaron para que pudiera cursar mi carrera universitaria en un centro con prestigio, que, junto con mi trabajo duro, me ofreció la posibilidad de obtener un buen puesto de trabajo. Aún así, dado que mi esposa y yo hemos decidido que ambos queremos que ella esté encargada del hogar, el sueldo fijo que tengo, del que se va cada mes casi un 30% en hipoteca, no me da para dar a mis hijos la educación que quiero y la vida cómoda que deseo para ellos. Esta bonificación no es muy cuantiosa, pero precisamente por ello, el desprecio que hace usted quitándola duele más. Probablemente piense usted que como es una casa grande y yo tengo un buen sueldo, puede usted venir y decidir que el que yo tenga 5 hijos es mi problema, y que yo me las apañe. Gracias por ese enfoque tan social. Al final, probablemente, el trabajo de alguno de mis hijos será el que pague su pensión de jubilación, cosa que a usted, por supuesto, le vendrá muy bien. Estamos cansados de que a las familias numerosas no se nos ayude lo suficiente. Jugamos un papel fundamental para que España tenga un futuro como país, y lo que recibimos desde las autoridades es un desplante y un rechazo. Permítame usted un ejemplo de la injusticia que se produce con esta cuestión: supongamos que una pareja decide no tener hijos y vivir en un piso de 120 metros cuadrados en un buen barrio del centro. Ambos trabajan y traen sus dos sueldos íntegros a dividir entre ellos todos los meses. Su calidad de vida es altísima, y sin embargo, ellos van a ver el IBI reducido, mientras que yo, con un sueldo único a repartir entre 7 personas (le aseguro que va a resultar en mucho menos que lo que le toca a cada miembro de la pareja del ejemplo), veo como mi impuesto sube con respecto al año anterior. Esto, señora alcaldesa, es una injusticia y usted, que debería tener especialmente desarrollado el sentido de lo que es justo y lo que no lo es, tendría que reconocerlo y, dado que tiene el mandato democrático de obrar justamente como gestora pública, debería también gestionar en consecuencia. Estamos hablando de unas 3000 familias, sí. No sé a cuánto asciende el ahorro que el consistorio va a obtener con esta medida, pero mucho más ahorro suponen estas familias al futuro bienestar de nuestro país. Y no se nos reconoce, y no se nos ayuda. Señora Alcaldesa, le pido que reconsidere esta medida injusta y la modifique para tener en cuenta las cargas que tenemos las familias numerosas y el beneficio que representamos para la sociedad. Atentamente, Fernando García Buitrago