Sr. Director:
Hace 150 años, el Beato Pío IX proclamó a San José Patrono de la Iglesia Universal. Con tal motivo, el Papa Francisco, mediante su Carta Apostólica “Patris Corde”. Ha declarado 2021 como “Año Jubilar de San José”. Nos recuerda que “el Venerable Pío XII lo presentó como “Patrono de los trabajadores”; san Juan Pablo II, como «Custodio del Redentor y el pueblo lo invoca como «Patrono de la buena muerte» . Su fiesta, el 19 de marzo, en día laborable. Me pregunto: ¿Cómo la fiesta del San José - también Día del Padre - no se celebra con la solemnidad merecida? Salvo Jesucristo y la Virgen, no ha habido persona más importante que San José. La Fiesta de la Inmaculada no pudieron tocarla porque un madrileño tuvo el coraje de reunir cientos de miles de firmas. Nadie ha hecho algo semejante por la fiesta de este santo, el más grande, a quien Dios Padre confió sus tesoros más preciados: la Virgen Inmaculada y el Niño Dios. Ningún hombre, sino San José, ha merecido que el mismo Dios le llamara “papá”. Es modelo de esposo fiel y de padre responsable, que aporta protección, seguridad y afecto. La figura del padre en la familia es indispensable para el correcto desarrollo psicológico de los hijos ( en los huérfanos, mental y afectivamente). Santa Teresa dijo de San José: “No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. A otros parece les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad; a este glorioso Santo tengo experiencia que socorre en todas”.
Josefa Romo Garlito