Sr. Director:
Nos enteramos por la Prensa: ex-diputados del PP denuncian, ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el retraso en la resolución del recurso planteado contra la ley del aborto.
Una cosa es clarea: el aborto se opone al derecho a la vida, un derecho natural que reconoce nuestra Constitución en su artículo 15: “ Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte (…)”.
No se puede entender que, en pleno siglo XXI, se obvie ese derecho fundamental. La vida empieza en la concepción y su desarrollo es continuo desde su comienzo.
Castigar con pena de muerte a niños inocentes, es exponente de degradación moral. Cuando las leyes no amparan el derecho a la vida de quienes no pueden defenderse, está claro que no se avanza en lo esencial. ¿Podremos hablar hasta de supuestos derechos si no respetamos el más elemental ? No se entiende que personas de bien abusen de su estatus político para tergiversar leyes y, así, permitir que se pueda matar impunemente a seres humanos. ¿Será ignorancia? Pues de qué consecuencias… tan letales. Esperemos que el Tribunal Constitucional sea sensato y nadie, nacido o por nacer, quede fuera de la protección de las leyes.