Lo dice la Generalitat valenciana que está realizando una norma muy similar a la de Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid. A partir de ahora, en los colegios públicos el niño transexual "o en proceso de serlo" podrá elegir cómo se llama, cómo viste y dónde orina, si en los lavabos de niños o de niñas. Por si no lo hemos cogido: escoges nombre, eliges si vistes con falda o pantalón, escoges donde defecas, pero no puedes elegir tu sexo. Ni tan siquiera eliges si vives o mueres y, sobre todo, no opinaste sobre si querías ser creado o permanecer en la nada. La Comunidad Valenciana, otra maravilla podemita (bueno de la frentepopulista alianza entre los majaderos de Compromís y el socialista majadero Ximo Puig) exigirá tal chorrada en los colegios públicos pero en cuanto tengan preparada la otra maravilla, la ley sobre identidad de Género (les está enseñando Cristinita Cifuentes a redactarla) la norma sobre niños transexuales será obligatoria, también para los centros privados. A ver si nos entendemos: no existen niños transexuales. Los niños nacen con pene o con vagina.  De la misma forma que no se nos pregunta si queremos nacer (hombre, siempre podemos suicidarnos) tampoco se nos pregunta si preferimos nacer hombres o mujeres, listos o tontos, guapos o feos. Lo maravilloso es nacer, las circunstancias son accesorias. Pero sí haremos homosexuales, lesbianas, transexuales, bisexuales y mediopensionistas varios si nos empeñamos en lavarles el cerebro a los niños desde la edad en que ni ellos mismos se han planteado su sexo. Pero ya saben: alumnos transexuales… o "en proceso de serlo". ¿Y cómo saben que están en proceso de serlo? ¿Dónde está el límite Ximo Puig? ¿Donde diga Mónica Oltra? (En la imagen). Hispanidad redaccion@hispanidad.com