El obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla (en la imagen) siempre está donde debe, por eso es tan crucificado por la progresía y por un virus aún más dañino: la clerecía progre.

Total que, siguiendo las instrucciones del Papa Francisco, el aborrecible cavernario Reig Pla ha lanzado un programa contra la repugnante pedofilia clerical, que corre paralelo a un programa de apoyo y protección, no sólo de las víctimas sino de las potenciales víctimas, vamos, proteger a los pequeños.

Y ese programa es muy completo pero como es el obispo de Alcalá de Henares es poco amante del tópico y ha añadido lo que muchos clérigos no se atreven a añadir. Ojo al dato: "es muy importante impedir, como exige la Iglesia, la ordenación de candidatos con atracción sexual hacia el mismo sexo". Es decir, homosexuales fuera de los seminarios y, de paso, fuera de las parroquias.

Lo cual quiere de decir eso que están ustedes pensando: que Reig Pla identifica sodomía y pederastia, entre otras cosas porque son dos aberraciones, no paralelas sino entrecruzadas.   

Sólo que hay que tener un cierto valor para decirlo, ¿comprenden ustedes?

Hispanidad

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