Habrá que repetirlo otra vez, ahora que en los Balcanes está llegando el invierno y los refugiados, de origen más o menos sirios, se mueren de pulmonía: hay que abrir las puertas a la miseria. Merkel, por una sola vez y sin que sirva de precedente, tiene razón. Dicho esto, hay poderosos motivos para pensar que esa marejada es una invasión. En primer lugar, porque no envían fanáticos musulmanes, porque la marea ha llegado de repente porque el miserable del turco Erdogan nos está lanzando familias sobre Europa como Occidente y Rusia lanzan bombas sobre Siria. Y sí, es necesario vigilar a los recién llegados, que, ciertamente, podrían haber emigrado a otros países musulmanes. Pero el hecho es que están aquí y debemos atenderlos. Que se están muriendo de frío en Europa... Hispanidad redaccion@hispanidad.com