Jordi Pujol Ferrusola. Miércoles 10. Con su abogado (por cierto, este chico no hacía más que salir a la calle a fumar) en el restaurante Wellington-Goizeko, Cristóbal Martell. Uno de los más caros de Madrid. Horas antes su padre se había desmarcado de los negocios de su hijo y lo mismo haría un día después, el jueves -lo cual le honra, dicho sea de paso- su hijo con el padre. El caso es que quienes le rodeaban se preguntaban: ¿De qué se ríe este tío? Ya saben: gente envidiosa. No querrían que se echara a llorar, ¿verdad? Hispanidad redaccion@hispanidad.com