En la banca ocurre como en Internet. Acostumbras al cliente a no cobrar el servicio (o la información) y luego es muy difícil sacarle de la gratuidad.
La mayoría de los bancos se han asustado y no cobrarán a un cliente por dar dinero de un cajero instalado por otro banco que sea el suyo.
No está mal. Ahora bien, sí lo está que quien más ha invertido en cajeros no reciba su remuneración. En resumen: cóbrele al cliente por tarjeta y cuenta -que se le cobra- y con eso déjele utilizar sus cajeros gratuitamente. ¿Y si utiliza el cajero de la competencia? Pues que sea la competencia quien amortice su inversión.
En plata, el cliente no paga nada, que ya ha pagado por su tarjeta, y los bancos se cruzan pagos entre sí según utilización de cajeros por los clientes de la entidad.
Hispanidad
redaccion@hispanidad.com
Las empresas familiares se rompen. Del Pino fue el pionero, los Botín y los Entrecanales, los próximos
13/12/24 16:58