La verdad es que el modelo Merkel de acogida a refugiados sirios va cuajando. Al menos en Alemania. Europa continúa cerrada. Para entendernos: Berlín acelerará la concesión de residencia a refugiados y acelerará las expulsiones para aquellos que no tengan derecho a asilo. Al principio, durante un periodo que variará según los casos, pero que se supone que rondará los seis meses, los refugiados recibirán subvenciones públicas en dinero puro y duro para salir adelante pero, a partir de ahí, se acabó. Cada cual deberá arreglárselas por sí mismo. Y no sólo eso. Merkel (en la imagen) aprende caminando. Ahora asegura algo que tiene todo el sentido: refugiado es el perseguido, no el inmigrante. Por tanto, Angela Merkel: todo aquel que llegue a Europa tiene derecho a ser tratado como una persona pero aquel que emigra por razones económicas será devuelto. En el fondo es el modelo norteamericano durante casi todo el siglo XX, hasta que en USA surgió el racismo contra los hispanos: puertas abiertas, sí, pero desde el mismo momento en que pisabas los muelles de Nueva York si tienes hambre es cosa tuya. Apertura sí, subvenciones públicas no. Hispanidad redaccion@hispanidad.com