Pero es lo que está pasando: ganamos en competitividad para vender más en el exterior por los salarios bajos y porque baja el IPC, que por una política industrial manifiestamente mejorable. La prueba del algodón la da este lunes el Índice de Tendencia de Competitividad (ITC) publicado por el Ministerio de Economía y Competitividad, que confirma que la competitividad de las nuestras exportaciones frente a la zona euro ha subido el 1,2 % interanual en el segundo trimestre. Claro, que la razón está en descenso del 1,1 % en el índice de precios de consumo, que es lo que hizo subir un 1% el índice de tipo de cambio. Para que lo entienda el lector, es lo más parecido al modelo chino, que se agarra a la moneda y a los bajos salarios, para aumentar sus ventas, por contraste con el modelo alemán: competitividad por la excelencia del producto. Pero eso es sólo fruto de una política industrial eficiente (salvo en el motor), que es un clásico de la política económica española. Pan para hoy, hambre para mañana. Hispanidad redacción@hispanidad.com
Ábalos pacta con Sánchez: los malos son Koldo y Aldama
13/12/24 07:04