Los seres sencillos se vuelven galácticos con Florentino
Los últimos acontecimientos acaecidos en el entorno del Real Madrid certifican un hecho preocupante: el club que preside Florentino Pérez (¡Oh capitán, mi capitán!) se ha convertido en una máquina que convierte a seres sencillos y humildes en galácticos y prepotentes.
Es cierto que algunos ya eran galácticos antes de pisar el césped de Chamartín –por eso los fichó, a golpe de talonario, ¡Oh capitán, mi capitán!- véase, por ejemplo, a Ronaldo o a Bale. Pero no hablamos de ellos, sino de dos jugadores que han pasado de ser humildes a prepotentes, bajo la presidencia de ¡Oh capitán, mi capitán!: Casillas y Ramos (ambos en la imagen). Por cierto, el primero está buscando equipo para el año que viene y el segundo ya ha amenazado con marcharse al Bayern de Guardiola. Eso no es reprochable. Pero sí lo son los modos chulescos para con la afición y para con los informadores deportivos. Antes no lo eran.
Hispanidad
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