Lo dice en Alfa y Omega el cardenal arzobispo de Westminster, Vicent Nichols (en la imagen): el brexit no significa una victoria del populismo sino del deseo de mantener la propia identidad. Y aporta un dato curioso: las regiones que más dinero han recibido de Bruselas son las que más han votado por la salida. Y puede que sea cierto. Entre otras cosas porque quienes acusan al populismo de todos los males no distinguen entre populismo de izquierda y de derecha, comunistas o fascistas, ambos alejados de la cosmovisión cristiana de las cosas. Resulta mucho más enervante eso de la identidad. Vamos, de no perder ni la identidad europea ni la británica. Recuerda la famosa frase de Felipe González para explicar la irrupción nacionalista: cuando las ideas son sustituidas por las identidades. En cualquier caso, monseñor, al cristiano, como a cualquier hombre, le puede distinguir una identidad pero sobre todo le distingue una idea, la de redención que crea una filosofía: la filiación divina. Pero, a fin de cuentas, ¿quién sabe si el Brexit no será algo muy bueno? Hispanidad redaccion@hispanidad.com