Es cierto que con eso no se arreglará el problema -de hecho el problema del terrorismo islámico va a aumentar,- pero es de justicia que ante el fanatismo hay que emplear la justicia sin caer en la necedad. Cuando alguien grita Alá es grande con un puñal en la mano más vale disparar primero y después preguntar si se trata de un acto de terrorismo u otro de locura. Hispanidad redaccion@hispanidad.com