La reunión de Jackson Hole ha pasado inadvertida este año. El poder continúa en manos del oligopolio de bancos centrales, más bien de la Reserva Federal norteamericana, unos bancos mucho más poderosos y peligrosos que los privados. No nos parece así porque llevamos décadas idolatrando lo público y los bancos centrales son eso: públicos. Jackson Hole ha pasado inadvertido en esta edición porque no ha habido noticia: norteamericanos y europeos han decidido mantener la manguera y el océano de liquidez en el que desgraciadamente nos movemos. Y ya saben el origen de la hoy mujer más poderosa del mundo, Janet Yellen (en la imagen): el dólar es la moneda más poderosa del mundo y más fácil de emitir porque tiene detrás el mayor ejército del mundo. Es el poder monetarista en la era en la que dinero dejó de ser un instrumento de la sociedad. Ahora es la sociedad la que se ha convertido en un instrumento de los fabricantes de dinero. Hispanidad redaccion@hispanidad.com