Starbucks tendrá que devolver 30 millones de euros a Holanda y Fiat, 20 a Luxemburgo. Según la comisaria de Competencia, los acuerdos fiscales entre empresas y gobiernos son ilegales, pero la CE sólo sanciona a las compañías. Hay que tener 'jeta'. Mientras fue primer ministro de Luxemburgo -desde enero de 1995 a diciembre de 2013- Juncker, de nombre Jean-Claude (en la imagen), llegó a acuerdos fiscales secretos con unas 340 multinacionales para que no pagaran todos los impuestos que debían abonar. En otras palabras, convirtió al pequeño país europeo en un paraíso fiscal. Ahora, la Comisión Europea, presidida por el mismo Juncker, ha sancionado a Fiat y a Starbucks, precisamente, por llegar a esos acuerdos y pagar menos impuestos. ¿Y a los gobiernos de Luxemburgo y Holanda? Nada de nada. O sea, te concedo ventajas fiscales porque me da la gana y luego te condeno a devolver lo no pagado. Ahora bien, los gobiernos que cometieron la tropelía no han recibido, si quiera, un toque de atención. Es más, Juncker ha viajado este miércoles a España para recibir el premio Nueva Economía Forum. Hay que tener jeta. Hispanidad redaccion@hispanidad.com