Día 7 y la población española confinada en sus casas-cárceles empieza a no poder más. Ejemplo práctico y tan real como la vida misma: Un hombre pide a la Policía de Vigo que le detengan porque está «harto» de estar encerrado en casa con su madre. Según fuentes policiales, el varón se presentó ante la garita de la Policía sobre las 18,30 horas de este martes, y pidió ser detenido mientras aseguraba que era portador del Covid-19

Insisto, estamos en la mitad del periodo de confinamiento, mientras nos llegan informaciones de que el periodo se podría alargar…

Fíjemonos en Italia, un país similar al nuestro y que va por delante de España en todas las medidas de confinamiento.  Desde el 10 de marzo, es decir, hace 9 días 60 millones de italianos están confinados en sus hogares. Y tienen por delante 15 días más, en la misma situación.

La realidad es que, por ejemplo, según datos conocidos a través de la localización de los teléfonos móviles, un 40% de la población de Lombardía, una de las zonas más afectadas por el coronavirus, sigue desplazándose habitualmente, muchos por trabajo pero otros sin causa justificada según las autoridades. Precisamente, las autoridades anuncian medidas más drásticas ante quienes se salten la cuarentena.

Mucho nos tememos que la situación se recrudecerá porque el confinamiento lleva a la neurosis y la neurosis y la necesidad de salir a la calle provoca situaciones de violencia. Y si no, al tiempo.

Mientras, aquí, en España, a principios de semana se registraban la Policía Municipal de Madrid detenía a cuatro individuos y registraba 252 multas, sólo en Madrid. Y una vez, haciendo gala del sentido del humor de los ciudadanos se dan situaciones de todo tipo. Escúchese: