Se trata de una heroína de cómic: Wonder Woman (en la imagen). Una mezcla de súper heroína y prostituta hortera. Naciones Unidas se dedica a estas chorradas y la 'contrató' para luchar contra la violencia de género. Y es cierto, debajo de su muy ligera ropa se perciben unos músculos capaces de desanimar a cualquier maltratador. Pero resulta que Naciones Unidas, ahorra con el portugués Antonio Guterres al frente, se ha visto obligado a despedir a Wonder Woman porque su apariencia de rompe y rasga evoca masculinidad. No hombre no, WW no es masculina es pornográfica. La pornografía y la apariencia casquivana es lo que hace que el varón tome a la mujer como un objeto y esa posición tiene mucho que ver con la violencia machista. Hispanidad redaccion@hispanidad.com