Hispanidad tiene el apellido confidencial, así que, como tantos otros productos, nació como un ‘confidencial’. Por este nombre, se suele entender aquel medio que publica exclusivas, con mayor o menor éxito. Vamos, el que publica noticias que no publican los demás… considerando que una noticia es aquello que desagrada a alguien.

Ahora bien, una exclusiva ya no es adelantarse a los demás, especialmente en un mundo en el que la exclusiva dura segundos. Al final, la exclusiva consiste en decir lo que otros no dicen aunque a renglón seguido copien. Exclusiva es, en definitiva, enfocar un hecho de otro modo, a ser posible extrayendo todo su significado.

Internet es libertad. Como siempre, libertad del pequeño… que el grande pretende aniquilar

Hispanidad nació en 1996, apenas un año después de que la red Internet llegará a España. A efectos periodísticos, la WWW supuso que los medios pasaran de 6 a 600 y hasta 6.000, un verdadero tsunami.

Como fundador de Hispanidad, he vivido la experiencia de cómo un ‘pringao’ puede llegar a ser Polanco o Luca de Tena, mientras el poder -político, económico o cultural- topó con un problema, que hoy, 25 años después, aún no ha resuelto: se puede controlar a un lobby de prensa formado por una decena de grandes medios, pero es imposible controlar a 200 redacciones de otros tantos medios pequeños que operan bajo una máxima: si tienes una información cierta eres el medio más importante del mundo por muy diminuto que seas. ¿Y si la noticia es falsa? Si es falsa, no tendrá ningún arraigo, durará menos que un caramelo a la puerta de un colegio, por mucho que ‘verificadores’-censores- aseguren que lo más importante es denunciar la 'fake news'. El bulo tiene la vida muy corta. 

Una exclusiva no es adelantarse sino decir lo que otros no dicen: hoy, el periodismo cristiano es nudo de exclusivas

Ese es el juego. Por esto, el poder, cuya naturaleza es el tamaño y cuyo credo es lo políticamente correcto, odia lo pequeño y lo que se sale de la norma. Por ejemplo, odia el pensamiento de cristiano, que hoy es calificado como ultra. 

Pero no sólo los cristianos: tanto el poder como los grandes medios -que son poder- odian a los medios pequeños, como Hispanidad.

Resumiendo, Internet es libertad. Como siempre, libertad del pequeño… que el grande pretende aniquilar.